¿Qué sistemas de climatización existen?
Conocer los sistemas de climatización que existen te ayudará a tomar mejores decisiones a la hora de establecer cuál es la mejor forma de aclimatar un espacio con base en las condiciones deseadas.
Hay factores que incluyen en esta decisión: coste, tamaño del espacio a climatizar, clima, etc.
Por eso, en este post te vamos a explicar cuáles son estos sistemas de climatización y en qué consiste cada uno de ellos para que puedas elegir el más apropiado.
¿Qué son los sistemas de climatización?
Los sistemas de climatización son una serie de medidas cuyo objetivo es conseguir el bienestar térmico dentro de un espacio cerrado.
Para ello se utilizan la calefacción, la refrigeración y la ventilación, cuyo balanceo dará como resultado unas determinadas condiciones tanto de temperatura como de humedad.
Antes de decir cuál es el mejor sistema de climatización para un espacio, hay que determinar cuáles son sus condiciones iniciales.
Por ejemplo, para alcanzar una misma temperatura hay lugares que necesitan refrigeración y otros, calefacción, según sus características.
Por eso, tienes que tener claro estos factores antes de nada.
Tipos de sistemas de climatización
Con base en lo que acabamos de comentar, se pueden distinguir distintos sistemas de climatización que se adaptan a las circunstancias del espacio que se quiere aclimatar.
Esta clasificación de sistemas de climatización se puede realizar según diversos criterios:
Sistemas de climatización según el uso
Sistemas de climatización solo con calefacción:
Se emplean en espacios en los que solo es necesario aplicar calor para climatizar el ambiente. Para ello se utilizan calderas de gas que calientan agua que después circula por los radiadores de agua o por suelo radiante, según las instalaciones.
Si no hace falta una gran cantidad de calor para la climatización adecuada, se puede instalar calefacción con radiadores eléctricos que no requieren una instalación tan complicada como la de gas.
Por el contrario, una calefacción eléctrica es más costosa que la calefacción de gas natural.
Sistemas de climatización solo con refrigeración:
Es el caso contrario: son los sistemas que se utilizan cuando solo es necesario enfriar el ambiente para alcanzar la climatización deseada.
En estos sistemas están incluidos los aires acondicionados que no tienen bomba de calor y, por lo tanto, solo sirven para generar aire frío.
Hoy día la mayoría de los aires acondicionados cuentan con bomba de calor incorporada, pero en estos sistemas no es necesaria.
Sistemas de climatización frío-calor:
Ahora hablamos de sistemas preparados para emitir tanto frío como calor, en función de las circunstancias.
Su funcionamiento es algo más complicado que los anteriores, ya que se componen de un sistema con 4 vías que invierte el ciclo del refrigerante.
Esto quiere decir que, según las necesidades de la climatización, la válvula expulsa el calor o el frío hacia el exterior, acorde a la configuración que se aplique en cada momento.
Los usuarios que necesitan tanto frío como calor para climatizar su hogar, su trabajo o cualquier espacio se suelen decantar por la bomba de calor, ya que la instalación de gas natural solo sirve para emitir calor.
Sistemas de climatización según emisión
Suelo radiante:
Consiste en una instalación situada bajo el suelo y que transmite calor o frío.
Genera una gran sensación de confort y no ocupa sitio, por lo que cada vez son más las viviendas que incorporan este sistema. Es compatible con calderas de gas, aires acondicionados y bombas de calor.
Radiadores de agua:
Son el sistema más habitual hoy día. Ellos reciben agua calentada por la caldera de gas y emiten ese calor en las estancias en las que se encuentran.
Radiadores eléctricos:
Suelen utilizarse en espacios pequeños y donde no hace demasiado frío, ya que suponen un costo mayor que los radiadores de agua.
Además, no requieren ningún tipo de instalación, así que la única inversión inicial necesaria es la compra del propio radiador.
Split:
Es el aire acondicionado convencional que se suele usar en viviendas y espacios pequeños en general.
Conductos:
Sirven para repartir el aire climatizado, ya sea frío o caliente, por las distintas estancias, y se utilizan en especial en sitios muy grandes.
Fancoil:
Se ocupa de recibir agua, ya sea fría o caliente, y pasarla por una batería interior. Por otro lado, coge aire de la estancia para pasarlo también por esa misma batería para que absorba bien el frío, bien el calor.
El aire climatizado se expulsa a la estancia a través de un ventilador.
Sistemas de climatización según la tecnología
Sistemas de climatización aire-aire:
Contienen un fluido refrigerante que absorbe el calor que hay dentro de la estancia y lo expulsa al mismo tiempo que recoge el frío del exterior para introducirlo dentro.
Pueden ser sistemas centrales a caudal de aire constante o variable, según si se ajusta o no la calidad de aire con la que trabajan.
Sistemas de climatización aire-agua:
En esta ocasión el fluido refrigerante el aire del exterior para pasarlo a un circuito de agua, provocando que se enfríe o se caliente según lo que se necesite.
El agua circula hasta los radiadores o el suelo radiante para aclimatar la estancia y tiene la ventaja de que el agua se puede aprovechar también para la ducha y los grifos.
Sistemas de climatización agua-aire:
Este circuito funciona a través de fancoils, sistemas de climatización que reciben agua fría o caliente en la unidad interior y después expulsan hacia la unidad exterior el aire ya climatizado.
Sistemas de climatización agua-agua:
Este sistema usa el agua como fuente de energía: recoge el calor del suelo procedente de acuíferos subterráneos o emite calor a través de una caldera de gas que se ocupa de calentar el circuito de agua que circula hasta los radiadores.
Conclusión
Una vez que ya conoces los distintos tipos de sistemas de climatización, puedes decidir cuál es el que se ajusta mejor a lo que necesitas, según el tipo de estancia que necesitas climatizar.
En el caso de que tengas dudas y no tengas claro qué instalación de climatización es la que más te conviene, puedes contactar con un experto que te indique qué es lo mejor para tu caso concreto.