¿Cómo ahorrar en calefacción?
Cómo ahorrar en calefacción se ha convertido en una de las preocupaciones principales de muchos ciudadanos cara al invierno.
En los meses más fríos del año es inevitable encender la calefacción para conseguir una temperatura agradable dentro de casa.
Sin embargo, esto no quiere decir que la factura tenga que elevarse de una forma exagerada, ya que es posible gestionar la calefacción para gastar menos sin tener que pasar frío.
Sigue leyendo para conocer nuestros consejos para ahorrar en calefacción.
Trucos para ahorrar en calefacción
Como decíamos, cuando hace mucho frío no queda otro remedio que poner la calefacción, pero esto no tiene por qué ser sinónimo de gastar mucho dinero.
Si aplicas algunas de nuestras recomendaciones en tu día a día notarás cómo poco a poco baja el importe de tu factura.
Estos pequeños hábitos que pueden ser adoptados por todos los ocupantes de la casa son sencillos y reducirán el gasto de energía.
Sacar el aire de los radiadores
Aunque esta acción debería formar parte del mantenimiento habitual de la calefacción, la verdad es que pocos usuarios la llevan a cabo.
Purgando los radiadores al menos una vez al año logras eliminar las posibles burbujas de aire que se hayan acumulado dentro y que impiden que el calor circule con fluidez.
Esto se traduce en que tendrás que tener la calefacción encendida más tiempo para conseguir la temperatura que quieres, es decir, más gasto.
De la misma forma también es conveniente que una vez al año un técnico revise y limpie toda la instalación.
Vigilar la temperatura de la casa
Si tienes bajo control la temperatura que hay en la casa en todo momento y eres consciente de sus necesidades, puedes ahorrar dinero en la factura.
Es recomendable mantener una temperatura media cuando estamos en casa en lugar de ponerla muy alta varias veces al día porque apagar y encender la calefacción genera más gasto.
Además, por la noche no es necesario que haya más de 16-18 ºC en casa, así que hay que acordarse de bajarla.
El uso de termostatos y programadores es una de las formas de ahorrar en calefacción más sencillas y efectivas.
Aprovechar las persianas y cortinas
Tanto las cortinas como las persianas son aliadas a la hora de ahorrar en calefacción.
Por un lado, los días de sol tienes que mantener las persianas subidas para que el sol caliente la casa y haga falta menos energía por parte de la calefacción.
Por otro lado, cerrar las cortinas permite que el calor no se escape y que no entre frío de fuera mientras está la calefacción encendida.
Ventilar la casa a primera hora
No apetece mucho abrir las ventanas por la mañana durante los meses de invierno, pero hay que hacer el esfuerzo para seguir ahorrando en la factura de la calefacción.
Si abres las ventanas por la tarde, después de haber tenido la calefacción puesta, lo único que harás será gastar energía extra al tratar de recuperar la temperatura.
Por eso, lo correcto es ventilar a primera hora, antes de encender la calefacción.
Ponte ropa de abrigo
Por supuesto no nos referimos a que estés con abrigo y bufanda en casa, pero hay un término medio entre eso y estar de manga corta en diciembre.
En ocasiones, solo con ponerte un jersey o una sudadera te darás cuenta de que quizá no te hace falta encender la calefacción o, al menos, durante tantas horas.
Todos estos consejos pueden aplicarse a la calefacción de gas o a la calefacción eléctrica y la mayoría son hábitos sencillos que no cuestan apenas esfuerzo y te pueden ayudar a ahorrar dinero en la factura.
Mantener los radiadores destapados
No es conveniente utilizar los radiadores para secar o calentar prendas de ropa, ya que lo único que se consigue es generar una barrera que hace que los radiadores tengan que incrementar su esfuerzo para generar calor.
Además, puede ser peligroso porque, aunque no es habitual, existe la posibilidad de que la ropa, según la fibra de la que esté hecha, pueda llegar a prenderse y provocar un incendio.
Y si se deja demasiado tiempo y está muy caliente, puede quemar la piel en el momento de ponerse la prenda.
Utilizar una caldera de bajo consumo
En la medida de lo posible, conviene invertir en una caldera de bajo consumo, ya que está comprobado que ayudan a reducir el importe de la factura.
Este tipo de calderas, aunque más costosas, necesitan menos gas para generar la misma energía que una caldera habitual, por lo que el ahorro está claro.
Es interesante intentar ahorrar durante el año para poder realizar este cambio de cara a los meses de invierno.
Cerrar los radiadores de las habitaciones vacías
Si tienes habitaciones que no utilizas es mejor cerrar los radiadores que haya en ellas y mantener las puertas cerradas para no consumir más de lo necesario y desperdiciar energía.
Por ejemplo, si tienes un despacho en el que no trabajas los fines de semana, recuerda cerrar los radiadores esos días.
A veces, te darás cuenta de que tienes que apagar los radiadores de la mitad de las estancias de la casa, lo que puede significar hasta la mitad de ahorro de energía.
Aislar ventanas y puertas
Al igual que más arriba te decíamos que conviene invertir en una caldera de bajo consumo, también es recomendable invertir para aislar las puertas y ventanas, por ejemplo, colocando un doble cristal que reduce la pérdida de energía en más de un 40%.
Si no tienes presupuesto para ello, puedes recurrir a métodos como colocar alfombras o esterillas en la base de las puertas para que no entre el frío, por ejemplo.
Usa paneles reflectantes en los radiadores
No es una medida demasiado popular debido a que afea un poco la estética del rincón en el que se encuentra el radiador.
Pero si esto no te importa, podrás ahorrar hasta un 20 % de calefacción, ya que estos paneles evitan que el calor se quede en la pared y lo dispersan por la habitación para que se caliente con más rapidez.